La expansión de las ciudades sobre las poblaciones que la rodean produce espacios de transición entre lo rural y lo urbano. Lugares que plantean una reflexión acerca de la huella que dejamos en el paisaje y la pérdida de identidad de estos espacios.
Este proyecto se llevó a cabo en siete núcleos urbanos dentro del área metropolitana de Zaragoza (isócrona de 15 minutos), atendiendo a criterios como crecimiento poblacional, industrialización del entorno y localización en las principales vías de comunicación.
Obedece a un interés antropológico que me lleva a cuestionar aspectos cómo los procesos de urbanización del medio rural, el éxodo y la repoblación, los efectos no deseados de la globalización, las políticas de desarrollo y ordenación territorial, así como la pérdida de identidad de los lugares y sus gentes.
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